terça-feira, 13 de julho de 2010

¿Sabes qué?

Ya no me apetece seguir disimulando...
No sé lo que los demás ven cuando voltean sus miradas hacia mí... No sé si pueden ver el dolor, no sé si logran percibir que en mis adentros quiero gritar, quiero romper mil platos, quiero tirar los vasos por la ventana, quiero correr, correr, correr sin para hasta que no haya nada más, nada de eso, nada de aquí...
Creo que no...
Creo que no lo pueden ver. Porque hasta donde puedo lo oculto, y creo que lo hago bien. Eso sí, no me gusta para nada. No me gusta vivir en esa mentira... Lo que pasa es que es una cuestión de rutina, de costumbre. "La costumbre me ha hecho así, no fui capaz, en mí misma yo me perdí" Oh, cuanta verdad hay en esto...
Ya tantas veces dije que estaba harta. Que ya no quería ocultarme tras esa máscara de sonrisas falsas que simplemente no expresan nada, sólo lo que los demás desean ver. Tantas veces dije que ya no más, que no aguantaría por mucho. Millones de veces. Esa es una más. Pero ninguna de esas veces fue falsa. Siempre que lo dije, lo dije porque es lo que sineto.
Cada vez que esa cosa explota en mí siento que será la ultima vez, siento que ya no la voy a contar. Y por momentos ese final me agrada, ¿sabes?
Será cobardía... Es posible... La valentía jamás me describió muy bien. Mis actos de valentía siempre ocultaron un miedo terrible, una increíble sensación de querer volver, de simplemente no querer...
Y es que de verdad creo que nunca he sido valiente. Nunca. Ni una sola vez... No puedo atreverme a hacer las cosas. Siempre hay algo que me para. Pensaba yo que fuera el miedo, pero ahora creo que ya estoy echando demasiada culpa sobre el miedo, pobre miedo...
Ayer, una vez más, hice lo que querían los demás. Hice lo que me decían que "será mejor. Anda, vamos...' Pues fui.
¿Fue mejor?
Quizás...
Yo no siento que haya sido.
Pero peor tampoco...
O sea. La maldita sensación de 'más de lo mismo'
Esa puta sensación que e persigue cada pinche día de mi vida. Esa sensación que me hace mal, pero que al mismo tiempo me atrapa, no me deja echarla, no me deja deshacerme de ella...
A cada día sumo más dudas a mi lista, a cada día sumo más cosas no hechas...
Venga, ya haré 18. No he vivido nada para algunos... Sin embargo, siento como si tuviera 100 años sobre mis espaldas. 100 años sin besos de cine, sin amores locos de esos en que das la vida - jamás me pude entregar tanto-, sin viajes absordas, 100 años de mi misma...
Y - ¡joder! - eso sí no me hace sentir mal...
Pero debería, ¿verdad?
Todos me dicen que sí.
Me dicen como si lo supieran, como si estuvieran absolutamente seguros: "No eres feliz nena."
Dios, si supieran cuantas cosas felices tengo en mis recuerdos. Cuantas cosas felices tengo aquí en mi cabeza.
¿Será que estoy tan mal en no buscar esa felicidad constante? ¿Tengo que ir de encuentro al "maquillaje de sonrisa amable"?
Y me pregunto yo:
Si lo haga estaré feliz? O estaré haciendolos felices?
Y me dirán: hacer felices a los demás debería hacerte feliz...
Ok, bien...
En teoria todo es siempre demasiado simple.
Quisiera yo vivir en teoria...

Nenhum comentário:

Postar um comentário